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¿Cómo afectará la tecnología 5G a los vehículos?

El automóvil conectado es ya una realidad. La transformación digital de la conducción es ya un hecho que va a cambiar por completo la forma que tenemos de utilizar el vehículo y entender nuestra relación con ellos, la ciudad y la carretera. El despliegue de esta quinta generación es pistoletazo de salida para la conducción autónoma. Según las previsiones de diferentes consultoras para el año 2025 alrededor del 70% del total de vehículos estarán conectados.

La implementación de la tecnología 5G y la inteligencia artificial tienen mucho que ver en este cambio de paradigmas que han digitalizado la sociedad definitivamente. Estas tecnologías y redes inteligentes van a conectar el coche con los propios sistemas internos y a todos los sistemas externos relacionados con la circulación y la movilidad. En este sentido todos los sectores, especialmente el sector del renting, han apostado por la tecnología como uno de los pilares básicos para adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado y del cliente.

Y es que la anterior conexión se realizará tanto con el resto de los vehículos como, por ejemplo, con los semáforos, logrando una seguridad sin precedentes que generará una movilidad interconectada en tiempo real, con infinitas posibilidades y servicios ilimitados.

La conectividad entre vehículos va camino de convertirse en el elemento más importante del automóvil y de la seguridad de conductores, viajeros y ciudadanos. Pero, además, contribuye a la interconexión de la ciudad y de la carretera, propiciando un mayor dinamismo y una mayor eficiencia en las relaciones diarias y una mayor sostenibilidad medioambiental.

Para el desarrollo definitivo de los vehículos conectados se tienen que superar unas barreras legales relacionadas con la privacidad, la normativa o la seguridad. Actualmente, no hay consenso entre países sobre qué tecnología utilizar para los vehículos conectados. Muchos Estados defienden el wifi mientras que otros apuestan por el 5G.

Es aquí donde entra en juego otro debate, la importancia de la ciberseguridad. Un entorno no ciberseguro podría facilitar ataques a los vehículos como, por ejemplo, poder abrir puertas, bajar ventanillas, activar los frenos del coche, acelerarlo, conocer su posición en tiempo real o acceder a cualquier sistema electrónico del coche.

Una vez tomada la decisión, cada país deberá desarrollar una legislación específica que regule el traspaso de información entre vehículos y su almacenamiento.

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